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Manuel Zardaín


México

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Artista nacido en Veracruz, desde temprana edad mostró una gran inclinación por el dibujo y la pintura. A la edad de los 6 años tuvo su primer reconocimiento en un concurso de dibujo en el Colegio México de la ciudad de Orizaba, Veracruz.

Se involucró en el movimiento estudiantil de 1968, su familia, temerosa de posibles consecuencias, lo envió fuera del país, teniendo como destino la ciudad de Baton Rouge, Luisiana, en los Estados Unidos de Norteamérica; ahí se inscribe en la facultad de Historia del Arte de la Universidad L.S.U. 


No pasó mucho tiempo para que Manuel manifestará su repudio a la guerra de Vietnam y ello quedará plasmado en el tema de la obra que exhibe en Noviembre de 1968 en el Union de la universidad donde estudiaba. Más adelante cambió su residencia a Sausalito, California, y ahí se arropó bajo el hippismo. 


En su regreso a México formó parte de los jóvenes ayudantes que agrupa el maestro Siqueiros para trabajar en el Poliforum de la Ciudad de México; concluído este ciclo participó en diversos talleres como el de la maestra Leonora Carrington y trabaja con maestros de renombre como Chucho Reyes y Gilberto Aceves Navarro, entre otros. 

EXPOSICIONES (Selección):

 

2017  El Arte en las manos de Zardaín, corredor principal del Palacio Municipal de Veracruz. 

2016  La boca del río, Mural del Hospital Regional de Boca del Río, Ver. 

2015  Alegoría y Fandango, Galería Donceles 66, Ciudad de México. Alegoría jarocha, Casa              de la Cultura Veracruzana, La Antigua, Ver. 

2014  Colores de Veracruz, en el marco de los Juegos Centroameri- canos y del Caribe,                    Museo de la Ciudad de Veracruz. Retrospectiva 1963-2014, Galería del Ágora de la                  Ciudad de Xalapa, Ver. 

           Cosechando colores, Consulados Generales de México en Sacramento y San José,                California.

2013  Pescador del color, Galería Veracruzana de Arte, Coyoacán, Ciudad de México.

2012  De cañaverales y arrabal, Ágora de la Ciudad de Xalapa, Ver.

2011  Arrabales, Sala del Aeropuerto Internacional General “Heriberto Jara Corona”,                            Veracruz, Ver.

2009  Patria y región, Galería de Plaza Bicentenario, Orizaba, Ver. 

2008  Arrabalero de coraza, Claustro del Exconvento Betlehemita, sede del Instituto                            Veracruzano de la Cultura, Veracruz, Ver. 

2005  Fusiones y raíces mexicanas, Vestíbulo principal de la Cámara de Diputados del                      Congreso de la Unión de México. 2003 La última perversión, Galería Caftán Rojo,                    Xalapa, Ver. 

 

Sus obras han estado presente en galerías y subastas de ciudades como California, Houston, San Antonio, Nueva York, Madrid, París, Is- las Canarias, Tijuana, Xalapa y Ciudad de México; además, de manera permanente se encuentran en galerías de Puerto Vallarta, Playa del Carmen y Los Cabos. 

 

Ha participado en subastas benécas y comerciales tanto en México, como en el extranjero; actualmente su obra es parte de coleccio- nes privadas alrededor del mundo, en países como Holanda, Estados Unidos, Francia, España, Japón y Colombia, entre otros.  

“Hay pintores en nuestro país que se enamoran de lo soleado y colorido fincando eje en tal predilección: mientras más colores mejor” 

 

Teresa del Conde  1935-2017 

 

“No dejo de sorprenderme de su tenacidad casi guerrillera derivada de un fatídico accidente y ese gran espíritu, ya que después de más de 20 años como artista plástico zurdo... ahora nos sorprende como diestro”. 

 

La naturaleza, la magia detrás de los aspectos más sencillos de la vida cotidiana, la agitada dinámica económica y la alegría y el brío con el que los mexicanos responden a una existencia en apariencia plana, conocen en el pincel, en la imaginación, en las formas danzantes y en la técnica de Manuel Zardaín (Orizaba, Veracruz 1952 ) todas las posibilidades cromáticas y emotivas y todo el esplendor de un país que por momentos subestima su grandeza. En Zardaín, como en el tardío post-impresionismo, se olvida la perfección figurativa y se exaltan la intensidad de la luz y una aplicación bondadosa del color, sus pinturas son una celebración palpitante de los detalles, las situaciones y la realidad a la que ha tenido que plantar cara; precisamente porque el mejor artista es aquel que se entusiasma por el contexto, el tiempo, los problemas y las personas con las que a diario convive, y logra captar y materializar a través de su sensibilidad y su inteligencia, toda la profundidad, la belleza, la armonía, la disonancia y el orden y el caos que la caracterizan .

 

Aquel que observe con atención las pinturas del veracruzano, entrará rápidamente en contacto con un sistema nervioso que destila un crisol de tonalidades, en composiciones de distintos tamaños y proporciones en las que el artista se las arregla para que el ambiente, la música y los olores también estén presentes. Se eleva así la experiencia bi-dimensional pictórica a un acto de comunicación con la memoria y con los fragmentos de identidad a los que el corazón de muchos de nosotros pertenece. 

 

Zardaín presume de una capacidad para la síntesis y de una extraordinaria habilidad motora, que no se dejó intimidar por un aparatoso accidente de motocicleta hace más de un año, convirtiendo la adversidad, y lo que parecía el n del camino, en toda una posibilidad para seguir evolucionando como autor. Este paso adelante solo evidencia lo que bien comenta Oliver Sacks en su celebrado libro Un antropólogo en Marte (1995), la increíble destreza del cerebro humano, para re-organizarse y mutar en su afán de crear y de inventar, en lo que bien parece un esfuerzo natural para seguir transmitiendo un temperamento y una manera de entender el mundo, en la que, para el caso del pintor, el alma simple- mente ha cambiado de mano. 

 

Galería Afirme tiene el gusto y el privilegio -en el marco de su proyecto de responsabilidad social con nuestro país y después de más de quince años aunando esfuerzos por apoyar las manifestaciones artísticas y la cultura de distintas geografías con la Fundación Villacero- de dar la bienvenida a Manuel Zardaín, pintor y retratista de todo aquello que hace única y especial a esta nación y a su gente. 

 

Autodenominado “pintor del optimismo” prefiere ser considerado un artesano, aun cuando su formación artística comenzó desde su infancia en su natal Orizaba, Veracruz y se formalizó en Estados Unidos cuando ingresó en el 1968, en la Facultad de Artes de la Universidad Estatal de Luisiana (LSU).  De regreso en México, a inicios de los setenta, se integró al grupo de jóvenes que trabajaron con David Alfaro Siqueiros en los murales del Poliforum yparticipó en talleres con maestros de renombre como Leonora Carrington, Chucho Reyes y Gilberto Aceves Navarro, entre otros. 

 

En su trayectoria ha ilustrado con sus obras diversos periódicos, libros y revistas; además de haber participado en más de 90 exposiciones individuales y colectivas, dentro y fuera del país.

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