“La Nueva España se convirtió en una sociedad invadida y marcada por imágenes,

y masivamente por imágenes religiosas, como si la iglesia barroca, “haciendo visible la deidad, y distribuyéndola entre diversos dioses” hubiese precipitado al país en la misma idolatría que tanto había combatido”

(Gruzinski, 1990)

La imaginería ha tenido una larga e importante tradición en Iberoamérica, pues de no haber sido por la imagen la evangelización de América no habría tenido la profundidad social que tuvo. Hoy en día en un país como México la imagen de culto sigue teniendo una importancia fundamental en el tejido social, sin embargo el contexto que hoy le abraza es diferente del que otrora encontraron los conquistadores.

Desde una perspectiva formal la obra de Marco Moreno es puro mestizaje. Su oficio es el mismo que el del tlacuicani de la época colonial quien con maestría usó sus técnicas ancestrales imbricándolas con la nueva estética traída del viejo continente. Este encuentro de oficios no solo representa el tan sonado “encuentro de dos mundos” si no la potente transición hacia uno nuevo, y este Nuevo mundo no es más que la modernidad latinoamericana, una modernidad propia, tardía, caótica y ecléctica en la que un artista como Marco Moreno forja su sensibilidad y su expresión.

Este Nuevo mundo, el de la imaginería pagana, está imbuido por la magia. Como dijo Gruzinski, la idolatría fue un efecto de la evangelización que llevó al imaginario popular al desborde de los milagros y de eventos sobre-naturales. El analfabetismo permitió que toda esta nueva visión occidental se absorbiera por los intersticios de la cultura indígena para dar explicación a una realidad violenta y cada vez menos comprensible. La obra Luchador custodio es de nuevo la santificación de un ídolo popular; Mr. Clean es el ídolo rector de la asepsia moderno-occidental, y como la figura nos sugiere, la asepsia es también “objeto de culto”. La pieza propone entonces que la limpieza y sus efectos llegarían a ser resultado de la fe y no de una lógica causal. En este sentido, la modernidad propia mexicana (y latinoamericana) incluso de hoy, pone a prueba las nociones de realidad y ciencia modernas. Así mismo, el Santo luchador es una metáfora técnica y conceptual de esta transformación, una imagen de culto paganizada, pero y no por ello menos santa, pues en esta “modernidad propia”, el culto se expande hacia los ídolos populares; la antigua evangelización se transformó en la religiosidad cotidiana y única de los pueblos mexicanos. (...Fragmento del texto...)

Hardnas Rorty

Semiólogo UPV

Primavera 2015, París, Francia

Puebla de Zaragoza, México. Artista autodidacta que se ha especializado en el rescate de las técnicas escultóricas prehispánicas y novohispanas como la escultura en caña de maíz, el esgrafiado, estofado, encarnado envejigado, dorado, brocado, corlado, escayola, etc., habilidades que le han permitido desarrollar un lenguaje plástico auténtico al sincretizar el minucioso oficio tradicional con propuestas simbólicas y discursivas contemporáneas.